Con el verano llega el calor y las frutas de temporada son más ricas y sanas, puesto que no son necesarios tanto pesticidas ni productos químicos y, además, resultan más económicas. Por ejemplo, en verano son típicas las frutas que nos aportan gran cantidad de agua y vitaminas, algo muy importante para no tener ningún problema de salud. ¿Sabes cuáles son?
Hoy te presentamos las frutas perfectas para la temporada veraniega. A continuación, te explicamos todos los beneficios que pueden aportar a tu salud el melón, la sandía, el melocotón, la pera y las cerezas.
Estas frutas tienen un alto contenido en agua, lo que es perfecto para hidratar nuestro organismo con muy pocas calorías durante las intensas olas de calor; pero además nos aportan fibra, minerales y azúcares, como la fructosa. Cuánto más madura está una pieza de fruta, más azucares contiene y más dulce es su sabor.
Melón:
Los melones son unas frutas muy refrescantes. Tiene un 90% de agua, y por lo tanto son alimento ideal en verano. Además, como muchas frutas y verduras, aportan fibras y vitaminas, lo que hace recomendable incluirlas en la dieta diaria. Algunos estudios han demostrado que un consumo alto de frutas y verduras disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ciertos cánceres y ciertas enfermedades crónicas.
Aunque contiene azúcares (entre 6 a 12 gramos por 100 gramos según las variedades), no es una fruta demasiada dulce, por lo que se puede consumir con moderación sin ingerir muchas calorías.
Sandía:
La sandía es nutritiva, hidratante, diurética y baja en calorías. Una de las frutas veraniegas por excelencia y que, detrás de su color rojo característico y su sabor dulzón, esconde múltiples propiedades y beneficios para la salud.
La sandía es fuente importante de agua, minerales y vitaminas A y C, contiene también cantidades importantes de carotenoides y de licopeno. La función antioxidante del licopeno, tiene la capacidad de proteger las células y otras estructuras del cuerpo del daño causado por los radicales libres y es útil en la prevención de enfermedades del corazón
Melocotones:
Los primeros melocotones llegan en julio para brindarnos una importante fuente de carotenos, fibra y potasio, con un fuerte efecto reconstituyente. Un carnoso melocotón puede ser un gran aliado para evitar problemas cardiovasculares y degenerativos, y consigue reducir el estrés y la anemia, así como fortalecer los huesos y los dientes. El néctar de su pulpa tiene propiedades diuréticas que ayudan a la función renal. Tiene una composición del 76% de agua y 37 calorías.
Peras:
Cualquiera de sus variedades ofrece un irresistible bocado rico en agua, fibra, potasio y taninos, que tienen efecto astringente y regulan los problemas digestivos. Si además eres diabético, su levulosa te ayudará a controlar el nivel de glucosa en sangre. El 80% de las peras es agua y nos aportan 59 calorías por cada 100 gramos.
Las frutas del verano son una alternativa sana, baja en calorías, con muchas vitaminas y mucho sabor, que además nos ayudan a combatir el calor y son el ingrediente perfecto para cualquier dieta hipocalórica.
Cerezas:
Estas pequeñas frutas de verano son imprescindibles en cualquier dieta veraniega. Uno de los alicientes principales para tomar cerezas es que es una de las frutas con más antioxidantes. Por ejemplo, es una fruta rica en melatonina, un componente que te permite regular el sueño y el ritmo cardíaco. Entre las vitaminas que contienen las cerezas podemos destacar la C y E, además cabe destacar que son ricas en potasio, magnesio o fibra. Las cerezas son también uno de los alimentos que más y mejor previenen las enfermedades cerebrales y la pérdida de memoria.